Por Juan Luis Vicente Martín.
Fue un sábado, primero de octubre, a eso de las 18:50 cuando Unionistas de Salamanca certificaba la primera victoria de la temporada 22/23. Tuvimos que esperar hasta la jornada 6 del campeonato nacional de liga en primera federación para anotar el primer +3 en la clasificación y no estuvo para nada exento de sufrimiento este logro.
La tarde futbolística comenzaba un par de horas antes del inicio del partido. Los bares del alrededor del Estadio Reina Sofía se llenaban de aficionados vestidos con motivos de Unionistas. En general, cundía el optimismo en la afición y todos creíamos que al finalizar el partido podríamos salir con nuestra primera victoria. De camino al campo nos paró una pareja proveniente de Guadalajara, invitados por el segundo entrenador Ramiro Gonzalez, del que eran amigos. Era su primera vez en Salamanca y la primera vez que verían a Unionistas y confiaban en actuar como talismán.
Presentó Raul Casañ un once competitivo, a pesar de las bajas. Ya en el verde, nuestros once salieron con muchas ganas y oficio. Comenzamos un poco erráticos en los últimos pases, pero poco a poco fuimos hilvanando jugadas que comprometían el área del equipo majariego. Es aquí cuando aparece Carlos de la Nava. Baja un balón llovido y filtra un pase entre los defensores hacía Jon Rojo. Este llega al final del campo y la deja atrás hacia un Beneit que llega en carrera y pone el balón en el fondo de la red. Minuto 32, 1-0 en el marcador. El gol hace justicia a lo visto en el campo hasta el momento.
No se achantó Unionistas a pesar del gol. El equipo siguió intentándolo. Fue en el minuto 40 cuando Beneit abre para David Vicente. Este la pone rasa hacía el área pequeña, donde Mario Losada prologa hasta convertir en gol dicho centro. Unionistas se va al descanso dos goles por delante y dejando muy buenas sensaciones en el césped.
La segunda parte fue otro cantar. Quizás el miedo a estar por delante, las bajas o la falta de experiencia en esta temporada en cerrar partidos hizo que el equipo sufriera más de la cuenta. El Rayo Majadahonda, quien había inquietado poco los dominios de Salva de La Cruz durante la primera parte comenzó a llegar al área de manera consistente.
Ante un equipo en el que las líneas de atacantes y defensores distaban demasiado, el míster decidió meter a Oscar Sanz por Losada. Sin embargo, el cambio no consiguió el efecto buscado y si que la defensa del Rayo jugara más suelta al perder una referencia.
En una falta mal defendida por los nuestros llegó el gol del equipo visitante. Corría el minuto 74 en el electrónico del Reina Sofía y los temores de partidos pretéritos recorrieron la grada. Hasta el final del partido fue susto tras susto, afortunadamente esta vez sin premio para el Rayo Majadahonda.
Una vez el árbitro pitó el final, la grada estalló de júbilo. El público colmó de aplausos a los jugadores. Muchos nos acercamos a la valla con el césped para celebrar el momento. Tras el habitual ritual entre plantilla y público, dos jugadores se acercaron a la grada Panelais (Mario Gomez y Juampa). Mario, sonriendo visiblemente le dijo a un niño: ´´ ¿Lo has pasado muy mal?´´ Este le dijo que sí.
Y es que esta victoria era, cuanto menos, necesitada: por el publico que buscaba una alegría, por el club que puso todo de su parte para que hubiese cuanto más publico mejor y por los jugadores que necesitaban un premio al juego desplegado durante los primeros partidos. Ahora nos toca confiar en que esta primera victoria llene de confianza a los nuestros y las victorias comiencen a llegar. Si algo nos ha enseñado esta jornada (con derrotas de Córdoba y Deportivo) es que nadie es invencible y que en el grupo 1 la igualdad es la seña de identidad.