CRÓNICAS EXILIADAS – CÓRDOBA 22/23

Nuestro peñista exiliado, Oli.

En los últimos años de la Unión las visitas a la ciudad califal de los Omeya no se nos dieron especialmente bien. Desafortunadamente para nuestros intereses el equipo que la homenajea desde 2013 fue fiel a esa reciente historia y no pudo llevarse nada positivo del Arcángel cordobés.

Hay que empezar diciendo que los primeros 45 minutos fueron de quilates con un combate de tú a tú bien plantados sobre el campo de forma equilibrada en todas nuestras líneas. El 4-4-2 que planteó el míster se ejecutó perfectamente sobre el césped siendo un bloque-medio bajo y subiendo el mismo en ciertos momentos de presión sobre la salida de balón del contrario. El único pero fue la falta de pegada, aunque muchas cosas positivas nos dejó la primera mitad del choque con unos Tropi y Nespral que no perdieron la compostura y Borja, Blázquez y Beneit haciendo olvidar las bajas junto con Carlos de la Nava que se esforzaba por hacer mejor al resto aunque sin suerte ante la portería rival. Esta puesta en escena brillante ante uno de los equipos que está llamado a estar en la parte alta de la clasificación no podía sino dejarnos un buen sabor de boca al descanso.

Tras el descanso se rompió la igualdad con la llegada del 1-0 y el equipo equilibrado, intenso e inteligente en la toma de decisiones se volvió largo, poco intenso y torpe en la lectura de las acciones. Tropi muy desafortunado se convirtió en un espectador de lujo en el segundo gol. Óscar Sanz fresco y con piernas ejecutó un disparo directamente al pie en el tercer gol y un Mawi indolente se retiró de la jugada del cuarto gol pidiendo una mano. Hasta ese momento hubo señales vitales de un equipo que llegó a ponerse 2-1 con un testarazo inapelable de Supermario y un Mawi que tiene veneno en cada acción ofensiva aunque tiene que ponerse las pilas en defensa.

Nos quedamos con que fue el primer partido y hay que sacar conclusiones para aprender: una primera parte de guía y una segunda de análisis. Quedará también siempre el apoyo incondicional de los 150 cruzados que no quisieron perderse la batalla en terreno califal. Y como bien sabemos la Reconquista estuvo plagada de derrotas que fueron la base de la victoria final y este partido ya en el recuerdo es solo la primera de ellas que ojalá cimiente el objetivo final de la permanencia.

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