¡¡¡SE CONSIGUIÓ EL ANSIADO ASCENSO DE CATEGORÍA!!!
Último partido de la fase clasificatoria con nervios a flor de piel y todo por decidir. Todos los socios y aficionados de Unionistas pendientes de lo que ocurría en el Reina Sofía en el que ha sido el primer partido en el que el club ha podido lograr que 85 socios pudieran ver el partido in situ animando desde la grada. Dependíamos de nosotros mismos y nos bastaba con una victoria o un empate.
En el sorteo que el club realizó para distribuir esas 85 localidades varios de nuestros peñistas fueron agraciados. En concreto, Nacho y Jesús de la sección pucela. Se dejaron la voz y las manos de tanto aplaudir. Literal. Cuando el hincha es el dueño del club no hay límites a la animación y al empuje de la grada.
Disfrutaron ambos del partido en el que también hubo espacio para la incertidumbre una vez el Ferrol marcó el empate. Afortunadamente el partido terminó en tablas y el pitido final provocó el estallido de júbilo de la grada, cuerpo técnico y jugadores.
Aquí os dejamos el testimonio de Jesús:
¡¡¡Somos de 1ª RFEF!!!.
La diosa Fortuna quiso que fuera uno de los 85 que pudo presenciar en directo cómo Unionistas de Salamanca alcanzaba la primera división RFEF. Una gran alegría y una gran responsabilidad a la vez. Los mensajes que llegaban a mí alrededor me hacían sentir casi como un jugador más.
He vivido varios centenares de partidos y nunca había tenido una sensación tan extraña. Se juntaba la primera vez en un estadio, la primera vez en pandemia que asistía a un partido de fútbol y sobre todo una ilusión enorme. Muchas incógnitas por despejar de golpe.
Llega el día y te enfundas con tus mejores galas y buscas tu carnet de socio. Ese trozo de plástico que en su día llegó a tu casa y que aún no has utilizado y que tiene un señor llamado Miguel Ángel Sandoval que te apunta con un dedo. Lo miras unos segundos y te preguntas cuántas veces más podrás llevarlo este año. Ojalá se repita, desde luego.
Ya en la puerta del campo comienzas a ver caras conocidas, una mezcla de alegría y nerviosismo empieza a invadirte. Los jugadores, a los que tantas veces has visto a través de diferentes pantallas están ahí, a pocos metros, los tratas de ubicar a todos y fijarte en detalles que sólo es posible apreciar en directo.
Te fijas también en los miembros del grupo de trabajo que seguro han dedicado otra vez infinidad de horas a prepararlo todo para que salga bien. No puede haber fallos, piensas. Estamos bajo la lupa y hay que colaborar al máximo con ellos para que nadie pueda quejarse.
El partido va a arrancar. Ya te das cuenta de que no va a haber tregua, que la animación es como un grupo de remeros que no va a descansar porque la embarcación tiene que pelear contra la corriente que sino se la llevará. Y así son los 90 minutos, solo interrumpidos por la pausa del descanso donde los móviles hacen acto de presencia de forma masiva en nuestras ya castigadas manos. Creo que no he aplaudido de forma tan intensa y seguida nunca.
Éramos 85, no nos conocíamos apenas entre nosotros, pero se funcionó como una orquesta coral: nos dejamos la voz y la piel para ayudar al equipo. Espero que nos sintieran y les sirviéramos de estímulo extra. El equipo correspondió, sin duda, hicieron un gran partido. Puedo decir que allí en directo, aunque vivimos en el alambre unos 30 minutos la sensación es que estaba controlado. Los jugadores transmitieron seguridad y nosotros les alentamos. Al final, se consiguió y una pena no haber ganado el partido, que hubiera sido más que merecido esta vez el triunfo.
Ojalá cada vez más socios del club tengan la oportunidad de disfrutar en el campo este año lo mismo que vivimos nosotros el domingo pasado. Nos hemos ganado el derecho a seguir soñando. En esta pandemia maldita que nos asola Unionistas luce y brilla como nunca, tanto como las nueve estrellas que acompañan su lema. Sigamos aferrados a esta ilusión todo lo que podamos. ¡¡¡Vamos Unionistas!!!.
Jesús M. -> Socio fundador de este milagro llamado Unionistas de Salamanca CF
In memoriam UDS 1923-2013